Tuesday, May 29, 2012

Cosas (extra)ordinarias III



Los viajes en metro
Me sumerjo en las profundidades, en los túneles subterráneos. Una marea de personas grises me envuelve, a veces me pregunto - ¿Qué pasaría si ahora perdiera el conocimiento? ¿Alguien lo notaría?
 Caerme al suelo estrepitosamente sería prácticamente imposible
con tal mar de personas que me rodean y aplastan. 

Para desechar tales ideas, me pongo mis cascos amarillos y saco mi libro preferido, mi manual de vida,
 el libro del principio y el fin … Un libro. Y me olvido de mi alrededor, y los de mi alrededor se olvidan 
a su vez de mi. Navego en una nube, probablemente esta mañana no me ha dado tiempo de tomarme mi café y estoy demasiado dormida para escribir un texto con sentido. 





¿Cuántas vidas se entrecruzan cada día? ¿Cuántas historias albergan las ciudades?


Levanto los ojos del libro, sigue la musica de fondo, cuantas personas a mi alrededor, 
¿En que piensan?¿Como se llaman?¿De donde vienen y a dónde van?



Insignificantemente únicos, somos todos nosotros.


Veo mi reflejo en el cristal de la ventana y entonces descubro que yo veo algo que ninguno de ellos podrá ver jamás. Ninguno de ellos podrá ver, sentir, vivir, como yo, ninguno de ellos, de los otros, podrán jamás entrar en mis pensamientos.


Y me doy cuenta que una mujer me mira, la miro y desvía sus ojos de los míos.


Pero ellos van a ver algo que yo jamás podré ver directamente. Mi rostro.











Texto
Loida Roca
Fotografía
Loida García

Thursday, May 10, 2012

Enter to create


Sólo quiero expulsarlo. Es la única manera. Necesito expulsarlo.
Todo fluye, todo me inspira, y todo fluye.
Tantas cosas que expresar, que contar, que comunicar.
No puedo hacerlo con palabras, tal vez con miradas, con ingenuas y sinceras sonrisas, 
con una lágrima podria, tal vez.
Pero es más fácil así, cobra un nuevo sentido y a su vez mi divierte. 

Crea.




 Me alieno, me atrapo en ese lugar donde soy libre, donde puedo soltar mis miedos, mis secretos y mis anhelos. Allí también conviven sueños, utopías y fantasias. Y todo se crea, vive en lienzos y en materia. Se convierte en materia aquello que necesitabas expulsar.Es un lenguaje nuevo, nuestro lenguaje de símbolos.




 Lo puedes ver, lo puedes sentir, lo puedes olvidar o puedes vivirlo más intensamente.
Era lo que necesitabas, era lo que debías hacer, a modo de terapia, a modo de restauración.
  Y eres libre, creas y eres libre. 



Y al cabo del tiempo añoras ese espacio de libertad, aquel espacio donde puedes soñar, 
puedes reflexionar y puedes aprender tantas cosas...






Texto
Loida García
Fotografía
Loida Roca